El aporte a la sociedad por parte de las personas con discapacidad se refleja en el empeño que le ponen a sus funciones; demuestran grandes potenciales y aprovechan al máximo los espacios a los cuales acceden.
“No queremos ser más ni menos, solo pedimos igualdad de oportunidades y de derechos”, dijo Víctor Álvarez, quien utiliza silla de ruedas y trabaja en el Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) como instructor certificado de baile latino y de zumba.
“Este sector, cuando tiene una oportunidad, la aprovecha, valora y desempeña con dedicación. Esto debe ser reconocido por la población”, considera Sebastián Toledo, director del Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad (Conadi).
Otro caso es el de Pedro Saravia. Su función es la del análisis y monitoreo de medios de comunicación. Comentó que, por movilizarse en silla de ruedas, le fue difícil obtener un empleo.
En Guatemala, el índice de desempleo de este grupo es del 85 por ciento, de una población estimada en 2.5 millones. De ese dato, solo un 2 por ciento está en el ámbito laboral formal.
Sin embargo, instituciones públicas, como la municipalidad capitalina, la cartera de Desarrollo, Secretaría de la Paz y el Registro Nacional de las Personas, se han sumado a la promoción e inclusión de este sector en áreas operativas, administrativas, ejecutivas y de asesoría.
“Empresas privadas ya adoptan este tema como una política de responsabilidad social”, subrayó Toledo.