¿Cuán complicado es exportar desde Guatemala?
Afrontamos muchas dificultades por la mala infraestructura, pero de esto no podemos culpar al gobierno actual; viene de muchos años atrás. Me refiero al estado de las carreteras, puentes, puertos y aeropuertos, que son vitales no solo para el bienestar interno sino para la productividad en general. Es complicado transportar nuestros productos de un lugar a otro en estas condiciones. Si queremos ser competitivos y atraer inversiones, tenemos que contar con accesos expeditos, ágiles, a los puntos de embarque y desembarque; nos reduciría costos y nos ubicaría en condiciones competitivas.
¿A cuántos países exporta Guatemala?
Lo componen alrededor de 170 países. Llegar a los más lejanos es complicado si no tenemos las condiciones mínimas para crecer. Insisto: nos está afectando muchísimo la mala infraestructura; se pierden contratos por los atrasos y, además, nos eleva demasiado los costos.
Obviamente, no son problemas de ahora, como usted mismo admite.
Por supuesto que no es algo que haya ocurrido de la noche a la mañana, pero sí es determinante poner manos a la obra y buscar otro tipo de legislación, como las alianzas público privadas para que podamos ser más ágiles en las inversiones que se necesitan. Si seguimos con las normativas vigentes, será muy difícil ponernos al día porque los procesos son demasiado lentos.
¿Qué países como Guatemala han logrado avanzar en estos puntos y qué pueden imitarse?
No hay que ir muy lejos. En la vecindad tenemos a El Salvador que, además de sus buenas carreteras, está anunciando más inversiones en nuevos puertos. Igual lo hace Honduras, por no citar a México, que realiza cosas impresionantes. Se ve la diferencia y por eso nos sacan ventaja porque tienen menores costos.
Por otro lado, ¿cómo afectan los conflictos en Medio Oriente y la guerra que libra Rusia con Ucrania?
También estamos viendo repercusiones porque, por ejemplo, traemos de Ucrania granos y otros insumos para alimentar animales que luego se exportan.
Con ese enfrentamiento, todo se ha complicado. La cadena logística se entrampa; hay contenedores detenidos y todo ello retarda los tiempos de llegada.
En cuanto a la mano de obra, ¿hay capital humano bien preparado?
Este es otro gran reto. No tenemos suficientes personas con las habilidades que se necesitan, principalmente para trabajar en contact center y BPO, donde se ocupan trabajadores para llevar contabilidades, hacer análisis de datos, radiografías, dictámenes que surgen a partir de esos estudios de información; no es solo de aprender inglés. Las oportunidades están ahí, pero si no podemos aprovecharlas, simplemente las perdemos a manos de otros países que sí cuentan con ese capital humano.
Los temas de la sostenibilidad y el cambio climático también están de moda. ¿Cómo se afrontan?
El clima cada vez es más variable y nos provoca impactos en producciones agrícolas; es otra parte a la que tenemos que ponerle atención. Luego, la sostenibilidad: hoy, cada vez tenemos más exigencias de los compradores que solicitan compromisos con esas prácticas.
Lo positivo es que contamos con empresas comprometidas, que hacen un gran trabajo; hacen maravillas y logramos posicionar a Guatemala como un referente en el mundo.
¿Cómo cierra el sector este año?
Estamos con un optimismo cauteloso, pero esperamos terminar con un pequeño crecimiento, tratando de recuperar el campo perdido. Hay algunos productos que se han visto afectados por baja de precios, pero otros se han fortalecido porque han subido, como el caso de vestuario y textiles. Exportamos alrededor de 4 mil 500 productos. Aquí debo añadir que la economía naranja, o sea los desarrolladores de contenido, de imágenes, de manejo de drones, mapeo territorial, análisis de mercado están creciendo mucho; igual, el turismo en salud.