El argentino Ángel Correa volvió a salir del banquillo para salvar al Atlético de Madrid y dejar en tablas el agitado derbi contra el Real Madrid (1-1), resultado que minimiza el pinchazo del Barcelona, el sábado, en El Sadar contra Osasuna (4-2).
El duelo del Cívitas Metropolitano, no obstante, se recordará, más que por el juego y el resultado, por la suspensión temporal que decretó el colegiado Mateo Busquets Ferrer por el lanzamiento reiterado de objetos desde la grada a la zona de la portería que defendía el belga Thibaut Courtois.
En ese momento, a los 68 minutos, el Real Madrid dominaba por 0-1 después del tanto obtenido a los 64 por el brasileño Eder Militao con un potente disparo dentro del área por un envío de Vinicius Jr. por el sector izquierdo.
De vuelta a la acción, luego de un cuarto de hora de parón con los jugadores en los vestuarios, el Real Madrid pareció tener controlado el choque, pero el afán del Atlético por evitar la derrota encontró la recompensa en la prolongación en la diana de Correa, de nuevo vital en su salida al césped, un gol que inicialmente fue anulado por fuera de juego pero que se concedió a instancias del VAR.
El empate deja al Barcelona en cabeza de la tabla con tres puntos de ventaja sobre el Real Madrid y de cinco respecto al Atlético de Madrid y significa el tercer derbi consecutivo en el que el equipo de Carlo Ancelotti no puede con el de Diego Pablo Simeone.