Fotos archivo: Herbert García, Novin Mendoza, Danilo Ramírez y Cecilia Vicente
Un reto significativo en el cumplimiento de sus funciones enfrentan cinco ministros de Estado, debido a que han sido citados para ser interpelados en el Congreso de la República, pero solo uno ha logrado avanzar en su interrogatorio, según información del Ejecutivo.
La falta de avances en estos procesos ha generado retrasos considerables en la administración pública, complicando la toma de decisiones y el desarrollo de proyectos clave, de acuerdo con una nota oficial. De los 14 ministros que conforman el Gabinete, los titulares de Relaciones Exteriores (Minex), Carlos Martínez; de Desarrollo Social (Mides), Abelardo Pinto; de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), Félix Alvarado, y de Cultura y Deportes, Liwy Grazioso, esperan rendir cuentas ante el Legislativo.
El jefe del despacho de Gobernación (Mingob), Francisco Jiménez, ha avanzado en la rendición de cuentas en el Parlamento y esta tarde se presentará de nuevo ante el Pleno, donde, se espera, llegue a las 20 preguntas básicas, de las que ya respondió 18.
Un obstáculo
“La interpelación es un derecho constitucional del Congreso; no se puede debatir. El problema es cuando se abusa de ello. Lo que vemos ahí es un interés de la oposición, no solo de fiscalizar, sino también de obstaculizar el trabajo de los ministros”, señaló Gustavo Berganza, analista independiente.
El encargado del Mides, Abelardo Pinto, señaló que las discusiones parlamentarias suelen desbordarse hacia temas burocráticos, alejándose de las verdaderas necesidades del pueblo.
Pinto aseguró que, aunque es importante rendir cuentas y transparentar las acciones, en muchos casos se pierde tiempo valioso en procedimientos políticos, cuando las energías podrían estar enfocadas en resolver problemas urgentes como la malnutrición y la pobreza, que siguen afectando a millones de personas.
“Todos los equipos de viceministras y del aparato del Mides se han puesto a disposición del Parlamento cuando ha sido requerido, y este jueves no será una excepción”, concluyó.
El canciller Martínez adujo que debido a la cita en el Congreso se dejan de atender reuniones bilaterales y multilaterales en el exterior.
“No podré acudir a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, EE. UU., que es por excelencia el evento anual en el que convergen todos las naciones”, añadió. Pero no solo ello, “sino todas las reuniones paralelas como foros y juntas con grupos de naciones”. También, las sesiones de cancilleres de América Latina con la Unión Europea y con los ministros Iberoamericanos,
por poner dos ejemplos, puntualizó Martínez.
Llamado a la reflexión
El pasado lunes, el secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Santiago Palomo, hizo un llamado a los diputados del Congreso para agilizar los procesos de interpelación. Destacó que, aunque el Gobierno respeta la rendición de cuentas como parte del sistema democrático, también es necesario que los ministros retomen sus labores para cumplir con las necesidades del país.
“El Ejecutivo mantiene una disposición en la rendición de cuentas conforme a lo que establece la ley, pero también se necesita que sus funcionarios estén en el campo de trabajo dando respuestas a los problemas. El llamado refleja la preocupación por el impacto que estos prolongados procesos legislativos tienen en el funcionamiento del Gobierno”, agregó.
La atención a las demandas ciudadanas, especialmente en áreas sensibles como la seguridad, el desarrollo social y la infraestructura, depende de la capacidad de los jefes de cartera para cumplir con sus responsabilidades de manera efectiva, se indicó.
