Moscú, EFE
Las autoridades rusas restringieron este miércoles la entrada a la ciudad de Kurchátov, que acoge la central nuclear de Kursk, ante el riesgo de acceso de saboteadores como parte de la incursión del ejército ucraniano.
“Con el objetivo de garantizar el cumplimiento de medidas adicionales de seguridad, el puesto de mando de la operación antiterrorista tomó la decisión de limitar la entrada a la localidad”, escribió en Telegram el gobernador en funciones de Kursk, Alexéi Smirnov.
El funcionario explicó la medida al señalar que, “aunque la seguridad de la usina atómica está garantizada al máximo, el Ejército ucraniano persiste en realizar esfuerzos para entrar al lugar.”
Para garantizar el cumplimiento de esta medida se habilitarán puestos de control especiales, indicó.
“Los habitantes de la ciudad que están empadronados pueden entrar libremente. (Para) aquellos que no lo están, pero trabajan en la ciudad, está prevista la posibilidad de recibir salvoconductos”, añadió.
Los empleados de la planta y los operarios que laboran en la construcción de una segunda central podrán solicitar los pases a la dirección de su compañía.
Sin embargo, los vehículos que tradicionalmente cruzan la ciudad con otros destinos deberán buscar rutas alternativas.
El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, alertó contra la posibilidad de una catástrofe nuclear, por la cercnía de los combates.