Varsovia, EFE
En su condición de ganador de la Liga de Campeones, el Real Madrid, ya con el francés Kylian Mbappé en sus filas dispuesto a iniciar una nueva era, tratará de lograr en el Estadio Nacional de Varsovia frente al Atalanta italiano, vencedor de la Liga Europa, la sexta Supercopa continental de su historia.
El conjunto blanco, que actualmente lidera el palmarés de títulos con cinco junto al Barcelona y el Milan, tiene de esta manera la oportunidad de hacer algo a lo que también aspiran sus jugadores Dani Carvajal y Luka Modric y el entrenador Carlo Ancelotti.
Los primeros se convertirían en pentacampeones de jugadores y el segundo, que ya ganó el torneo de corto, se puede convertir en el único con cinco entorchados como técnico.
Para ello deberán alzarse con el triunfo en un duelo donde parten con el cartel de favoritos, pese a lo cual quieren huir de la relajación, conscientes de que enfrente estará un rival muy peligroso que ya sorprendió el curso pasado al Bayer Leverkusen alemán en la final de la Liga Europa, propiciándole su única derrota de la temporada.
El Real Madrid afronta la cita después de una pretemporada que ha desarrollado a caballo entre la capital de España y Estados Unidos, donde logró una victoria contra el Chelsea y cosechó dos derrotas ante el Milan y el Barcelona. En ninguno de esos partidos estuvo Kylian Mbappé, uno de los grandes atractivos de cara a esta cita.
Más dudas hay en el centro del campo. Con el inglés Jude Bellingham como fijo en el once retrasando su posición respecto su primer ciclo, queda saber quiénes serán sus dos acompañantes en la zona.
El uruguayo Fede Valverde y el croata Luka Modric por un lado y los franceses Eduardo Camavinga (lesionado ayer) e Aurélien Tchouaméni por el otro pelean por esos puestos.
En lo que respecta a la retaguardia, el belga Thibaut Courtois ocupará la portería y por delante de él, como zagueros, estarán Dani Carvajal, Antonio Rüdiger, Eder Militao y Ferland
Mendy.
Por su parte el Atalanta, tras haber ganado su primer título europeo la pasada temporada, llega al duelo como cenicienta, sin acaparar los focos, ni ser favorito.
Pero en esta ocasión, a diferencia de lo que sucedió en mayo con el combinado del español Xabi Alonso, lo hace además en una situación complicada, navegando en un mar de dudas.
Porque son tres partidos seguidos, todos los que disputó como preparación, los que acumula sin ganar: ante el AZ Alkmaar (2-2), Parma (4-1) y St. Pauli (3-0).
El éxito de la campaña anterior, certificando el regreso a la Liga de Campeones después de tres años sin jugarla, la final de Copa Italia, la cuarta plaza de la Serie A y el título de la Liga Europa, ha dado paso a una crisis veraniega que se ha ido acentuando con el paso de los días.
