Redacción, EFE
Decenas de militares lanzaban ayer bombas lacrimógenas contra los ciudadanos que salieron a protestar en Caracas en rechazo al aparente fraude electoral encubierto por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de aquel país y que da por ganador al presidente Nicolás Maduro con el 51.2 por ciento de los votos, mientras la comunidad internacional exigía transparencia en el conteo de cada sufragio.
Miles de manifestantes fueron reprimidos por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Los uniformados dispararon gases y perdigones contra los inconformes y detuvieron a una veintena de ellos, mientras persistía la movilización de personas en diversos puntos de la capital.
Demanda generalizada
Organismos internacionales demandaron a las autoridades venezolanas claridad en el recuento de los comicios.
Estados Unidos (EE. UU.), la Unión Europea y la mayoría de los países latinoamericanos mostraron su preocupación por el recuento y pidieron que se publiquen todas las actas para que se puedan verificar los resultados que dan como vencedor a Maduro, que fue felicitado por países como Rusia, Irán o China.
El gobernante, en el poder desde 2013, obtuvo el 51.20 por ciento de los votos, mientras que el candidato opositor, Edmundo González Urrutia, consiguió el 44.20 por ciento, según CNE.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken se mostró “seriamente contrariado” por la validez del escrutinio anunciado por la comisión electoral. Los Gobiernos de Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana, en una declaración conjunta, manifestaron su profundo malestar por el desarrollo de las elecciones.
Exigieron la revisión completa de los datos y pidieron una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA). El gobierno del presidente chileno Gabriel Boric se expresó en similares términos.
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó que “es vital asegurar la total transparencia del proceso electoral, incluyendo la revisión detallada de los sufragios y el acceso a las actas de las mesas electorales”.
Y para el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, es igual de importante que se respete la voluntad democrática de Venezuela con “la presentación de los registros de todas las mesas para garantizar resultados plenamente verificables”. Francia e Italia se unieron al llamado.
En cambio, el mandatario de México, Manuel López Obrador, dijo que reconocerá el triunfo de Maduro en los comicios si el CNE “confirma la tendencia”. China, Rusia e Irán, afines a Maduro, lo felicitaron por la
victoria.
Exiliados también protestan
Autoridades, legisladores y grupos del exilio en EE. UU. reprocharon el conteo final de los comicios y dijeron que el ganador de las elecciones es el opositor Edmundo González Urrutia.
“Venezuela habló y el mundo escuchó lo que dijimos en las urnas: Edmundo González es el nuevo presidente electo”, dijo en una rueda de prensa María Teresa Morín, coordinadora de la red Comando con Venezuela.
La líder del exilio señaló que tras “una movilización humana sin precedentes”, González acumuló el 70 por ciento de los sufragios. “La voluntad del pueblo debe prevalecer”, agregó la alcaldesa de Miami-Dade, condado en el sur de Florida que alberga a la mayor comunidad del país sudamericano en Estados Unidos.
El grupo Awareness dijo que el resultado es “fraudulento” y “no respetó la voluntad del pueblo que, a través de las hurnas, buscaba una salida democrática”.
ONU pide claridad
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió “transparencia total” y confió en que las disputas “se resuelvan pacíficamente”. Además, animó a las autoridades en Venezuela a que “publiquen a su debido tiempo los resultados y el desglose por colegios electorales”.
Maduro denuncia golpe
Frente a la unánime crítica local e internacional, el presidente de venezolano denunció que está en marcha un intento de golpe de Estado “de carácter fascista”, en vista de los cuestionamientos a su reelección, anunciada por el ente electoral, rechazada por la oposición mayoritaria y la mayor parte de la comunidad internacional.
El gobernante aseguró que esta es “la misma película” y “con un guion parecido” que la vivida en 2019, en el que “los protagonistas” son “los mismos”, por un lado “el pueblo que quiere paz” y por otro lado “élites llenas con un proyecto contrarrevolucionario, amarrados al imperio estadounidense”.