París, EFE
Rafael Nadal firmó su despedida de París. El adiós olímpico en el cuadro individual y, posiblemente, su final competitivo, superado por el contendiente con quien ha mantenido la mayor rivalidad que se recuerda en el mundo de la raqueta, el serbio Novak Djokovic, que aprovechó su mejor situación física y su adecuado rodaje aún en las pistas para sellar, sin paliativos ni concesión, en el territorio natural del español, una ansiada victoria, por 6-1 y 6-4 que lo asienta en París 2024.
Fue el trigesimoprimer triunfo del serbio sobre el mallorquín en los 60 cara a cara que han mantenido a lo largo de la historia, pero el más doloroso; Nadal ganó en 29.
El 30 nunca estuvo cerca. Alivia esta contundente triunfo las cuentas pendientes en arcilla, en la Phillipe Chatrier, del balcánico, que se quedó con el regusto amargo del partido que perdió hace algo más de dos años, en el Roland Garros del 2022, en la última cita hasta ahora entre ambos y que llevó al balear a la conquista de su último título del Grand Slam.