Naciones Unidas, EFE
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó ayer el ataque de Rusia contra el Hospital Pediátrico Okhmatdyt de Kiev y otras infraestructuras en el país, y que ha dejado al menos 32 fallecidos, incluidos niños, y decenas de heridos.
Naciones Unidas “condena con fuerza el ataque con misiles de la Federación Rusa sobre infraestructuras residenciales y civiles en toda Ucrania”, transmitió su portavoz, Stéphane Dujarric. Señaló que los proyectiles cayeron en el centro hospitalario Okhmatdyt, que “resultó gravemente dañado mientras los niños estaban recibiendo tratamiento”, y en otras instalaciones médicas en el distrito Dniprovsky de la capital, incidentes que calificó como “particularmente escandalosos”.
La directora de Unicef, Catherine Russell, también recriminó en un comunicado “la ola de bombardeos con misiles” sobre Kiev y especialmente contra el hospital infantil, ocasionando la muerte muchos niños recluidos.