Washington, EFE
El Partido Republicano de Estados Unidos (EE. UU.) aprobó ayer un programa electoral que incluye llevar a cabo la mayor deportación de migrantes de la historia del país, en caso de que su candidato, Donald Trump, gane las elecciones del próximo 5 de noviembre.
El Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés) avaló 20 puntos para un eventual segundo mandato de Trump, quien será nominado formalmente por el partido durante la convención que se organizará la semana que viene, en Milwaukee (Wisconsin).
La lista, que adopta la retórica antiinmigración, propone “detener la invasión migrante” en Estados Unidos y “poner en marcha la operación de deportación más grande de la historia” del país. Contempla, además, “poner fin a la inflación” y convertir a Estados Unidos en una potencia energética mundial.
En cuanto a la política exterior, el plan es “prevenir la tercera guerra mundial, restaurar la paz en Europa y en Oriente Medio”.
Propone además construir “un gran escudo defensivo contra misiles” en Estados Unidos al estilo de la Cúpula de Hierro israelí y “deportar a radicales pro Hamás” que participen en protestas universitarias.
Asimismo, plantea “acabar con los cárteles de drogas extranjeros y aplastar la violencia de las pandillas”, además de modernizar el Ejército para que sea “el más fuerte y poderoso del mundo”.
Su propuesta económica es mantener el dólar estadounidense como la principal divisa mundial y evitar recortes en el programa de salud pública Medicare.
El proyecto republicano amenaza con recortar la financiación federal a los colegios que hablen sobre racismo y sobre identidad de género porque cree que son contenidos “inapropiados” para los niños. También, está en contra de que las mujeres trans puedan participar en competiciones deportivas femeninas.
Asimismo, promete proteger la integridad de las elecciones, agitando de nuevo el fantasma del fraude electoral, una teoría en la que Trump ha insistido sin pruebas desde que perdió contra Joe Biden en los comicios de 2020.
La unidad dentro del partido a favor del ex presidente contrasta con lo que ocurre en las filas demócratas, donde el mandatario está cada vez más cuestionado desempeño en el primer debate.