Madrid, EFE.
Real Madrid y Betis cerraron este sábado la liga con un empate a cero en un partido en el que la despedida del alemán Toni Kroos fue el foco de atención y en el que Carlo Ancelotti puso en liza el previsible once de la final de la Champions del próximo 1 de junio en Wembley contra el Borussia Dortmund, con el portero belga Thibaut Courtois adquiriendo aun más confianza al firmar dos buenas atajadas.
Sin nada en juego sobre el césped del Santiago Bernabéu, ni un premio individual como ser el máximo goleador de la competición, con Jude Bellingham a cinco goles de Dovbyk, y con el único aliciente de presenciar el último encuentro de Kroos como futbolista profesional en el Santiago Bernabéu, el ritmo del partido se contagió.
Los minutos pasaban y el encuentro estaba avocado al gran momento de la noche: la despedida de Toni del Bernabéu. Luego de intentar marcar con un disparo lejano de falta y sacar un córner, en el minuto 85 se produjo el adiós, aunque el alemán podría volver el domingo 2 de junio a celebrar el título de Champions en caso de que el Real Madrid le gane al Borussia Dortmund en Wembley.
Con el público que llenó el Santiago Bernabéu, con grandes colas virtuales en los días previos para hacerse con una entrada y no perderse el momento, en pie coreando el nombre de Toni Kroos y con una sonora ovación, sus compañeros abrazaron al centrocampista sobre el césped.
Un cambio lleno de sentimiento, que compartió con Ancelotti y con su familia, que lo esperaba en el banquillo.
Cumplido el homenaje, desde que Kroos saltó al terreno de juego a calentar, arrancó en los últimos minutos la previa de la final de la Liga de Campeones con cánticos de apoyo al Real Madrid y una pancarta en el fondo sur “¡A por la 15a.!”.