Pekín, EFE
El Ejército chino comenzó ayer prácticas militares alrededor de Taiwán, un movimiento al que ya ha recurrido en cuatro ocasiones desde 2022 para presionar al territorio autogobernado en los momentos más tensos y que esta vez responden a la toma de posesión del nuevo presidente de Taiwán, William Lai (Lai Ching-te).
Los ejercicios tienen el objetivo declarado de actuar “como un fuerte castigo por los actos separatistas de las fuerzas independentistas de Taiwán y comienzan tres días después de que Lai, considerado un “alborotador” por Pekín, dijo durante su investidura que la isla no renunciará a su soberanía.
Desde hace dos años
Pese a que se han producido numerosas crisis y escaramuzas en el estrecho de Taiwán desde el fin de la guerra civil china, fue en 2022 cuando Pekín inició con estas acciones a gran escala alrededor de la isla para ejercer presión en momentos concretos.
En 2022, las fuerzas chinas anunciaron los primeros ensayos de este tipo en respuesta a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, que enfureció a Pekín y elevó la tensión en el estrecho a límites inéditos en décadas.
China contraatacaba así al arriesgado viaje de la funcionaria estadounidense, si bien no emprendió una invasión en respuesta a lo que calificó de “provocación”, como temían los analistas más pesimistas. Los ejercicios incluyeron prácticas de lanzamiento de misiles de largo alcance y el cierre del espacio marítimo y aéreo en numerosas zonas adyacentes a la isla, y tuvieron como propósito, según expertos militares chinos, “crear una especie de nudo corredizo”.