La firma internacional calificadora de riesgo, Standard & Poor´s (S&P), mejoró la nota del riesgo crediticio guatemalteco al pasarla de BB estable a BB positiva.
Esta compañía destacó el largo historial de estabilidad macroeconómica del país, la manera adecuada en el manejo del déficit fiscal, y el bajo nivel de endeudamiento externo. En ese sentido, S&P elogió, en su informe, que la deuda neta de Guatemala es apenas del 16 por ciento respecto de su Producto Interno Bruto, entre las más bajas de América Latina.
La firma hizo énfasis sobre la manera “cautelosa” en el control de las políticas monetarias y fiscales.
Menos incertidumbre
En su análisis, S&P hace hincapié en el hecho de que ha disminuido la incertidumbre política que se cernía previo a la toma de posesión del presidente Bernardo Arévalo.
Asimismo, explicó que existe un sentimiento de colaboración con el sector privado. Al evaluar el escenario, S&P prevé que la economía tendría un crecimiento de 3.5 por ciento este año, apuntalado por el consumo y el alto nivel en el ingreso de remesas familiares. También estima mayor inversión del sector privado.
Mejores horizontes
En el análisis, se anticipa que en los próximos 6 o 12 meses, la calificación de riesgo podría aún ser mejor si prevalecen las políticas hasta ahora mostradas por Guatemala. También indica que se esperaría que el Congreso de la República pueda colaborar con iniciativas de políticas positivas que transmitan más confianza de los inversionistas y llevar a un crecimiento económico mayor al previsto.
En el comunicado, S&P dice que el Gobierno actual aumentará el déficit fiscal (ingresos versus gastos) en los próximos años para impulsar inversión en capital, principalmente en aeropuertos, puertos, carreteras e infraestructura eléctrica, mientras se mantenga la estabilidad macroeconómica.