La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, aseguró ayer que Estados Unidos se beneficia de la “abundante” inmigración que cruza la frontera, y es una parte esencial del crecimiento más fuerte de lo esperado para este año y el próximo.
“La oferta de mano de obra da a EE. UU., una ventaja comparativa frente a otros países”, aseguró la experta en una rueda de prensa tras las reuniones del FMI y el Banco Mundial.
Parte del sólido aumento de esa nación es que el Fondo pronosticó que su actividad productiva subirá este año 2.7 por ciento, más que el 2.5 por ciento del pasado período fiscal.
Estados Unidos sigue superando las previsiones de los analistas con una recuperación pospandemia más sólida de lo esperado, pese a los altos tipos de interés, que no están consiguiendo gobernar una inflación que sigue lejos del objetivo del 2 por ciento marcado por la Reserva Federal.
La economía norteamericana constituye una cuarta parte de toda la global y, según el FMI, será responsable del eventual crecimiento financiero y comercial del orbe.
Georgieva consideró que otras de las razones que está permitiendo mantener su auge a ese Estado, pese a una política monetaria restrictiva, es el hecho de que ha tenido unos precios de la energía relativamente bajos.
La directora gerente recordó que la Unión Europea no se ha beneficiado de una energía con precios reducidos, lo que ha hecho que el ritmo productivo difiera entre esos dos grandes polos globales.
Afirmó que ven un futuro con más inversión en capital humano y una fuerza laboral más ágil y dinámica, por lo que EE. UU. tendrá mayor dinamismo.