Madrid, EFE – A los 93 minutos, cuando el derbi moría con el Real Madrid en defensa de su golpe a LaLiga y el Atlético de Madrid se volcaba en busca de su último tren, el enésimo remate de cabeza explotando la falta de centímetros madridistas en la zaga provocó el empate con el tanto de Marcos Llorente, que neutralizó la gran actuación de Brahim y mantiene vivo el campeonato.
Ya sentía el Real Madrid su paso de gigante hacia el título con el que era su séptimo triunfo consecutivo, basado en una fortaleza como grupo que se desplomó en la última acción.
El castigo a la ausencia de centrales. El premio a la fe de un Atlético de Madrid que nunca se rindió ni priorizó la Copa del Rey. Con cambios claves desde el banquillo de Diego Simeone. El efecto contrario a los de Carlo Ancelotti. Simeone ha sido el único entrenador que dio con la fórmula para derrotar al Real Madrid este curso. Lo desfiguró en el derbi liguero del Metropolitano, sacando a relucir unas inesperadas carencias.