En uno de los estadios más incómodos de la Liga, el Real Madrid escaló hasta el liderato al superar 0-2 al Getafe, domado en el Coliseum por la eficacia de Joselu, autor de un doblete que selló un triunfo serio y excesivamente plácido de los hombres dirigidos por Carlo Ancelotti. El atacante aprovechó su oportunidad en medio de las rotaciones de su entrenador.
Fue uno de los siete cambios del técnico italiano. Sentó a Rodrygo y dio toda una lección de rematador para reivindicarse como una opción más que válida para tener oportunidades. Sus cifras no están nada mal: ya suma 13 goles en todas las competiciones. La batalla que se esperaba en el Coliseum no pasó de ser una ligera escaramuza para el Real Madrid.
El Getafe, siempre combativo, acudió a la cita con un currículum envidiable como local. Quitando el partido de castigo en el Metropolitano, en el que perdió contra el Rayo, no conocía la palabra derrota como local. Y solo había encajado cuatro goles. El esfuerzo y la escoba la puso Tchouaméni, que se hinchó a robar balones. El medio francés ha crecido muchísimo desde las críticas que recibió en la Supercopa. Aquellos días ya pasaron y en el Coliseum dio una pequeña cátedra de gran recuperador en la primera parte.
No obstante, una cartulina amarilla le costará no estar frente a los colchoneros el fin de semana, algo que Ancelotti protestó al final del cotejo. Esta vez, junto a Modric y Valverde. El primero, ausente en los últimos encuentros, se sacó de la chistera una buena cantidad de pases y movimientos marca de la casa. Una delicia para el amante del buen futbol y una lástima ver cómo el croata, si nadie lo remedia, se va despidiendo del plantel merengue en cada jornada.