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Marruecos restringió el uso de agua para regar a los agricultores de algunas zonas ante la situación de sequía a la que se enfrenta el país, informó el presidente de la Confederación Marroquí de Agricultores y Desarrollo Rural (Comader), Rachid Benali.
Una ola de calor con temperaturas anormales de hasta 31 grados azotó en esta semana algunas zonas para agravar la sequía que sufre la región, que se encuentra con cosechas que no germinan.
Este calor puntual se produce en un momento especialmente preocupante para la nación, que registra por sexto año una sequía acumulativa que causa estragos en las siembras. Según los últimos datos ofrecidos por el Gobierno marroquí, se registra un déficit de precipitaciones del 70 por ciento desde el pasado septiembre hasta mediados de este enero, en comparación con la media de los últimos años, y la tasa de llenado de presas es del 23.2 por ciento.
Ante esta situación, el Gobierno ha emprendido un plan de emergencia para garantizar el suministro de agua potable que incluye una mejor gestión de las presas, la construcción de equipos urgentes de conducción de agua y la posibilidad de restringir el caudal si es necesario.
Según Benali, los niveles de los embalses siguen a la baja, lo que ha empujado a las autoridades a suspender el suministro de agua para los campesinos en varias localidades.