Foto: EFE
El motorista catalán Carles Falcón falleció ayer a consecuencia de las heridas sufridas el domingo pasado (día 7), tras caerse en la segunda etapa del Dakar, por lo que tuvo que ser reanimado por los servicios médicos de la prueba luego de perder el pulso.
El equipo TwinTrain Racing Team explicó en un comunicado que los daños neurológicos causados por el paro cardiorrespiratorio en el momento del percance eran “irreversibles”, después de que el piloto sufrió un edema cerebral y se fracturó la vértebra C2, además de cinco costillas, la muñeca izquierda y la clavícula.
Después del incidente acontecido en la etapa que transcurría entre Al Henakiyah y Al Duwadimi y que obligó al Falcon a estar ingresado en un hospital de Riad desde la madrugada del lunes 8, el motorista fue repatriado a España, el viernes pasado, en un avión medicalizado. Se encontraba ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) desde entonces, en estado crítico.
TwinTrain Racing Team destacó en el comunicado: “Carles era una persona sonriente, siempre activa y que disfrutaba con pasión de todo lo que hacía, en especial las motos”, además de añadir que falleció “haciendo algo que era su sueño, correr el Dakar” y que “estaba disfrutando”, porque “era feliz sobre la moto”.
Falcón, de la categoría Original by Motul, se cayó en el kilómetro 448 de la especial de la segunda etapa. Un corredor que lo seguía fue quien alertó a los organizadores, quienes enviaron un helicóptero con paramédicos. Fue encontrado herido de gravedad, después de haber impactado con la cabeza en el suelo.