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Los goles de Joao Cancelo y Joao Félix le dieron la victoria al Barcelona frente al Oporto (2-1), en el Estadio Olímpico Lluís Companys, y sellaron el pase de los azulgranas a octavos de final de la Liga de Campeones, por primera vez en las últimas tres temporadas.
Además, el Barsa se clasificó virtualmente como primero del Grupo H, pues para acabar segundo tendría que perder en su desplazamiento a Amberes, un equipo que no ha sumado ningún punto en esta Champions, y que el Shahktar Donetsk ganara por más de siete goles de diferencia en Oporto.
En su primera final de la temporada, Xavi dejó en el banquillo a Lamine Yamal, Balde y Fermín y apostó por los más veteranos, con un sistema de tres centrales y Canceló abriendo el campo prácticamente como extremo izquierdo.
12 puntos suma el Barsa, 3 más que el Oporto y el Shakhtar Donetsk.
Fue un conjunto azulgrana bienintencionado en el arranque, pero incapaz, una vez más, de proponer algo de futbol. La habilidad de Frenkie de Jong para superar líneas en conducción era la única solución a la hora de sacar el balón jugado y, cuando eso sucedía, el equipo exhibía las mismas carencias de siempre para combinar en la línea de tres cuartos del terreno.
El estéril dominio local en esos primeros diez minutos se tradujo en un único disparo de Raphinha, que ponía a prueba a Diogo Costa con un zurdazo seco desde la frontal. El Oporto, en cambio, se fue sintiendo cada vez más cómodo y empezó a merodear la portería de Iñaki Peña, que repetía titularidad por la lumbalgia aún no curada de Ter Stegen.
Aun así, Raphinha tuvo la mejor ocasión a falta de dos minutos para llegar al tiempo reglamentario en una espectacular chilena que Diogo Costa envió a córner y que hubiera sido el gol de la noche.