El ciclo hidrológico en el planeta se ha desequilibrado como consecuencia del cambio climático y de las actividades humanas, según los datos analizados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). La información revisada por los expertos confirma que el deshielo y el derretimiento de la nieve y de los glaciares aumentan no solo el riesgo de inundaciones, sino también amenaza el acceso al agua a cientos de millones de habitantes.
“La capa de hielo está retrocediendo ante nuestros ojos”, dijo al presentar el informe el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, y explicó que esta perturbación tiene que ver con el aumento de la temperatura, ya que una atmósfera más cálida retiene más humedad.
Esto provoca, de una parte, que haya más episodios de precipitaciones mucho más copiosas e inundaciones, pero, del otro lado, la evaporación aumenta, los suelos se secan y se producen sequías más y más violentas.
“La inmensa mayoría de las catástrofes está relacionada con el vital líquido, por lo que la gestión y el seguimiento de los recursos hídricos constituyen el núcleo de la iniciativa mundial Alerta Temprana para Todos”, refirió el responsable de la organización. A pesar de estos peligros, la OMM sostuvo que se sabe “muy poco” del estado real de las fuentes de agua dulce y que la falta de medidas no permite tomar acciones eficaces y rápidas.
El estudio contiene, además, información sobre variables hidrológicas importantes como las corrientes subterráneas, la evaporación, los caudales, la humedad del suelo, la criósfera, las entradas en los embalses y otras catástrofes.