Fotos: EFE
Aún sostiene el liderato el Inter, pero ya sin pleno, sin la determinación de las primeras jornadas, ni la condición imponente de invencible en este inicio de la Serie A, doblegado por el Sassuolo y un golazo de Berardi, que marcó la diferencia con un zurdazo para culminar la remontada y el desconsuelo neroazzurro (1-2).
Al Inter lo alcanzó el Milan, con los mismos puntos, pero menor diferencia de tantos. Sus cinco victorias consecutivas, su firmeza de este comienzo del torneo, acabaron de repente en su estadio, por el empeño, el futbol y la convicción del Sassuolo, que jamás desistió, que dispuso de más ocasiones que el líder de la tabla y que, finalmente, obtuvo la recompensa.
Primero golpeó el Inter: al borde del descanso, Denzel Dumfries esperó durante cinco segundos, con el balón controlado, de frente a Viti, defensa del Sassuolo, hasta que desbordó primero, se abrió espacio y lanzó el zurdazo que adelantó a su equipo.
Porque Yann Sommer, el mejor del primer tiempo, falló en el segundo. El centro fue de Berardi en el minuto 54, cuando el local recibió su segunda diana de toda la temporada en la Serie A, marcada por Bajrami, con un tiro al primer palo que no atajó el guardameta suizo, señalado por tal acción, por el 1-1 que abrió de nuevo el duelo.
Aún fue peor para el Inter, irreconocible, expuesto al daño inminente y a un golazo de Berardi, que agarró la pelota en la esquina del área y soltó un zurdazo fantástico al otro poste, lejos del alcance de Sommer. A nadie le extrañó. Tal y como iba el encuentro, era predecible el 1-2.