Fotos: EFE
La Juve perdió este sábado su condición de invicta al sucumbir a domicilio contra el Sassuolo (4-2), en lo que fue una vuelta a las andadas para el combinado que dirige Massimiliano Allegri marcada por los errores del meta polaco Wojiech Szczesny y del italiano Federico Gatti y por la casi inoperante actividad ofensiva durante todo el encuentro.
No fue un buen partido de una Juventus, que finalizó el choque con la dantesca imagen del autogol de Gatti, pero que empezó a contrapié un duelo en el que le costó sobre manera ser decisivo en ambas áreas.
Porque no fue hasta el minuto 78, con el tanto del italiano Federico Chiesa, cuando la Juve disparó por primera vez entre los tres palos, un signo evidente de la poca presencia ofensiva de un equipo que, además, no fue seguro en defensa.