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El Gobierno italiano aprobará la creación de nuevos centros de repatriación de inmigrantes irregulares y la ampliación del tiempo que podrán ser retenidos en ellos, en plena crisis por la llegada a la isla de Lampedusa (sur) de más de 10 mil personas en apenas tres días.
El Consejo de Ministros de la ultraderechista Giorgia Meloni se encontraba ayer reunido para aprobar un decreto-ley que encarga al Ministerio de Defensa la construcción “lo antes posible” de los denominados CPR, centros donde los inmigrantes irregulares esperan su expulsión.
En el país hay una decena de estas instalaciones, repartidas entre Turín, Roma, Bari o Brindisi, pero la intención es fundar uno, al menos, en cada una de las regiones italianas.
Los nuevos CPR estarán en localidades de baja densidad de población que puedan ser fácilmente delimitadas y vigiladas, solicitó Meloni.
Por otro lado, se aumentará hasta los 18 meses el tiempo en el que los inmigrantes irregulares podrán permanecer en el país antes de su expulsión.