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Un juez federal en Texas, Estados Unidos (EE. UU.), ordenó al gobierno estatal retirar una barrera de boyas instalada sobre el Río Grande, en la frontera sur de Estados Unidos, antes del 15 de septiembre, acción ovacionada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
El magistrado David Ezra, del distrito oeste de Texas, señaló en su fallo que el obstáculo, de 300 metros de longitud, constituye una “obstrucción a la capacidad navegable” del Río Grande, y reprendió al Gobierno republicano por no haber solicitado autorización federal antes de instalarla.
“La conducta de Texas perjudica irreparablemente la seguridad pública, la navegación y las operaciones de funcionarios de agencias federales en el Río Grande y sus alrededores”, subrayó
el juez.
La resolución también prohíbe a Texas volver a instalar boyas “o cualquier tipo de estructura” sobre el río, lo que supone una victoria para el gobierno de Joe Biden, que presentó la demanda inicial en el tribunal en contra de la barda flotante.
“Se ordenó que se quiten las boyas, que de manera arbitraria, violatoria de nuestra soberanía, mandó poner el gobernador”, declaró el mandatario en su rueda de prensa diaria.
“Tengo que agradecerle mucho a las autoridades de Estados Unidos, a la Fiscalía, que fue la que presentó esta denuncia, y al juez que resolvió”, añadió.“Nos complace saber que el tribunal dictaminó que la barrera era ilegal y daña de manera irreparable las relaciones diplomáticas de EE. UU. y la seguridad pública”, señaló la fiscal general asociada del Departamento de Justicia, Vanita Gupta, en un comunicado.