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Considerado como el heredero natural de Tom Brady, el doble campeón del Super Bowl Patrick Mahomes arranca la defensa del título conquistado el año pasado como líder incuestionable de los Kansas City Chiefs y como hombre a batir para el resto de las 31 franquicias de la NFL.
Si los dos tazones alcanzados desde 2020 ya lanzaron a Mahomes hacia el Olimpo de la NFL, el nativo de Tyler (Texas) vivió el ciclo anterior una temporada extraordinaria, en la que se sobrepuso a una lesión de tobillo durante toda la postemporada y terminó por coronarse contra los Philadelphia Eagles.
Lleva cinco años consecutivos lanzando más de 4 mil yardas por temporada y el curso pasado rompió la barrera de las 5 mil en su camino hacia el trofeo Vince Lombardi. A sus 27 años, el hijo de Pat Mahomes, lanzador en las Grandes Ligas de Beisbol (MLB) entre los años 1990 y 2000, alcanzó tres veces el acto final de la temporada en sus seis cursos de experiencia.
Además de los dos trofeos Vince Lombardi, fue elegido MVP del Super Bowl 2020, antes de rendirse el año siguiente ante los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady.
Los Chiefs le blindaron en 2020 con un contrato récord: 10 años y US $450 millones para un quarterback capacitado para reescribir la historia del juego, por su liderazgo nato, talento puro, técnica de pase única y por su manera de vivir el futbol americano con tanto compromiso como
aparente despreocupación.
Sigue contando con su fiel compañero Travis Kelce, un jugador que el año pasado cerró con 110 recepciones para 1338 yardas recorridas y 12 touchdowns en 17 partidos, con el que ya fue campeón en 2020.
Los Chiefs serán los encargados de dar el pistoletazo de salida a la NFL, mañana, en Arrowhead contra los Detroit Lions, en un choque en el que sigue en el aire la participación de Chris Jones, la pieza clave de la defensa del equipo en las últimas temporadas.