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La justicia francesa ha llevado a comparecencia inmediata a 350 supuestos autores de los disturbios que sacuden a ese país desde el pasado 27 de junio, cuando un joven de 17 años murió por un tiro de un policía en Nanterre, al tratar de escapar de un control con un automóvil que conducía sin carné.
La primera ministra, Élisabeth Borne, informó que hasta ayer cerca de 700 personas habían sido presentadas ante un magistrado con vistas a su inculpación y otras 800 estaban a la espera. También, recordó que se emitió una circular dirigida a los fiscales para pedirles “una respuesta rápida, firme y sistemática para todos los responsables de altercados”.
La misiva incluye también una orden para reclamar sanciones penales a los padres de menores de edad, quienes no se preocupan de controlar a sus hijos, y los dejan participar en disturbios.
“Esta violencia es inexcusable y no representa a la juventud de nuestro país.”
Élisabeth Borne
Primera ministra
Borne insistió en que “esta violencia no tiene nada qué ver con una revuelta de los barrios. Es inexcusable y no representa a la juventud de nuestro país”, subrayó.
Asimismo, el presidente de la República, Emmanuel Macron, reunió en París a 300 alcaldes de localidades afectadas por los altercados, a los que dijo que su prioridad absoluta es restablecer de forma duradera el orden, aunque se mostró muy prudente sobre si eso va a llegar en los próximos días.
Según el Gobierno, han sido desvalijados cientos de comercios y varios miles de vehículos fueron incendiados. La patronal Medef calcula que los daños económicos superan ya los 1 mil millones de euros, sin tener en cuenta el posible impacto para la imagen de Francia, con el efecto que eso pueda tener para el turismo en primer lugar.