Fotos: EFE
Sin la brillantez habitual, distraído por el compromiso del martes contra el Bayern Múnich en la Liga de Campeones, el Manchester City sacó adelante el partido frente al colista, el Southampton, a modo de inventario, pero ilustrado por el tremendo gol de Erling Haaland, el tercero del encuentro y el segundo en su cuenta, que agitó el choque de St. Mary’s Stadium, desatado en el tramo final.
El noruego, que volvió al once del español Pep Guardiola después de sus molestias en la ingle, firmó un doblete en suregreso. En poco más de una hora, el delantero elevó sus cifras a 30 en la Premier y a 44 en lo que va de temporada, entre todos los torneos.
Lo mejor llegó poco antes de ser sustituido, en el 67, el gol que sentenció un duelo plano, de trámite, que elevó sus revoluciones en los últimos minutos, con el encuentro roto y resuelto.
Se inventó Haaland un gol de chilena, de tijera, dentro del área, a pase de Jack Grealish. Imposible para el meta Gavin Bazunu, mero espectador. La acción premió a los dos más activos, los que habían escrito un nuevo triunfo del cuadro citizen, otra vez a cinco puntos del Arsenal.