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De nuevo la bestia negra del Liverpool, un Real Madrid liderado por el brasileño Vinicius firmó ayer un plácido acceso a los cuartos de final de la Liga de Campeones y cerró su exhibición de pegada de Anfield con un nuevo triunfo, sin sufrimientos ni necesidad de remontadas en el Santiago Bernabéu, gracias a un tanto a puerta vacía de un desconocido Karim Benzema (1-0).
Alejado de la especulación, con la determinación del resultado de Anfield y tres goles de ventaja, el Real Madrid saltó a ganar. Con la lección aprendida de un escenario similar contra el Chelsea hace un año.
Con su traje de la Champions, una identidad siempre especial de un equipo que no necesitó de épica en una eliminatoria europea mucho tiempo después.
Atrás queda la Liga de Campeones de las remontadas. En estos octavos le tocó levantarse de la lona en la ida, después de 14 minutos de incertidumbre y 2 tantos que desataron la imagen repleta de autoridad del rey de Europa. Con un referente como Vinicius, que brilló en toda la eliminatoria. Volcó el campo hacia la izquierda en el Santiago Bernabéu.
Se ha ganado a pulso Vini ser el líder del equipo mientras el madridismo cruza los dedos para la recuperación de Benzema. Para reeditar el éxito, Ancelotti necesita a su nueve fino, y no lo está.
Nápoles, histórico
Pase lo que pase a partir de ahora, este Nápoles ya es histórico. Se impuso al Eintracht de Fráncfort (3-0) con un doblete de Osimhen y un tanto de Zielinski y, por primera vez en su historia, estará en cuartos de final de la Liga de Campeones. El Nápoles marcha paso a paso, pero continúa sin ponerse techo, soñando despierto.
Tres representantes del futbol italiano, el Nápoles, el Milan y el Inter; dos ingleses, el Manchester City y el Chelsea; y un equipo de España, el Real Madrid; Alemania, el Bayern Múnich, y de Portugal, el Benfica, forman el cartel de los cuartos de la Liga de Campeones, cuyo último tramo quedará definido en el sorteo de mañana en Nyon, rumbo a Estambul, el
10 de junio próximo.