Fotos: EFE
El papa Francisco pidió ante más de un millón de fieles que presenciaron una misa en la explanada del aeropuerto de Ndolo de Kinsasa, República Democrática del Congo, que ayuden a romper el círculo de la violencia, en un país destrozado por las guerras
durante décadas.
Durante la ceremonia, en la que no cesaron los cantos y bailes, el pontífice expresó su alegría: “He anhelado mucho este momento. ¡Gracias por estar aquí!”, dijo, después de aplazar la visita por sus problemas en la rodilla, la cual estaba prevista para julio de 2022.
En su homilía, el santo padre exhortó a conseguir la paz, en un país que lleva más de tres décadas de guerra, y señaló que los “tres manantiales para alimentarla son el perdón, la
comunidad y la misión”.
45 millones de católicos tiene el país.
“¡Cuánto bien nos hace limpiar nuestros corazones de la ira, de los remordimientos, de todo resentimiento y envidia! Queridos amigos y amigas, ¡que hoy sea el momento de gracia para acoger y experimentar el perdón de Jesús! Que sea el momento adecuado para ti, que llevas una pesada carga en el corazón y necesitas que te la quiten para poder volver a respirar”, exclamó.
Agregó que el “camino (para conseguir la paz) es compartir con los pobres” y “con la ayuda de Dios, construyamos una Iglesia vacía de espíritu mundano y llena del Espíritu Santo, libre de riquezas para sí misma y llena de amor fraterno”.
“Hermanos, hermanas, estamos llamados a ser misioneros de paz, y esto nos dará paz. Es una decisión; es hacer sitio en nuestros corazones para todos, es creer que las diferencias étnicas, regionales, sociales y religiosas vienen después y no son obstáculos”, concluyó.