Foto: Cortesía Corte Suprema de Justicia de Honduras
La elección de los 15 nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Honduras supone un reto para el Parlamento, un poder que, al igual que el Judicial, no ha gozado de la confianza de los hondureños en cuatro décadas de democracia del país centroamericano.
Los nuevos magistrados del Supremo serán electos este miércoles en un ambiente de mucha expectación entre los hondureños, incluso incertidumbre, y de la comunidad internacional acreditada en Tegucigalpa, que le han venido dando seguimiento al proceso desde septiembre de 2022.
En septiembre se instaló la Junta Nominadora (JN) que el lunes pasado le entregó al Parlamento una lista de 45 profesionales de las leyes, 23 mujeres y 22 hombres, para escoger a los 15 nuevos magistrados.
15 magistrados serán designados.
Ante eventuales presiones de activistas del Partido Libertad y Refundación (Libre) y del Partido Nacional, primera fuerza de oposición, la Policía Nacional ejercerá un riguroso sistema de seguridad en los alrededores del Parlamento.
La JN recibió más de 150 postulaciones que después se redujeron a 82, de los que escogió a los 45 mejor calificados que aspiran a un puesto en el pleno del Supremo para el período 2023-2030.
La opinión casi generalizada es de que la JN hizo un buen trabajo y que ahora la prueba de fuego es para el Parlamento, donde se juegan muchos intereses, no de ahora; entre ellos, el de que el partido de Gobierno, en este caso el Libertad y Refundación (Libre), mediante el cual llegó al poder en Honduras Xiomara Castro, estaría apostando por tener la mayoría de magistrados en la CSJ.