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Quién sabe si se terminó el enfrentamiento de dos leyendas que han marcado más de una década del futbol mundial, pero el “último baile” entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo, en Riad, resucitó en su entrega 37 un duelo eterno de dos de los mejores jugadores de la historia, que extendieron su pique goleador hasta el último segundo de un partido que ganó el PSG 5-4.
A los tres minutos, en una acción del tridente temible del PSG, Mbappé encontró a Neymar y el pase picado al desmarque del argentino, que superó con un toque de calidad la salida del portero.
Cristiano marcó un penal, claro. La imagen imborrable la dejaron Messi y CR7 en un gesto de cariño y respeto para el recuerdo de un duelo de leyendas que será eterno.