Fotos: EFE
El futbolista uruguayo Luis Suárez y su familia llegaron ayer a la ciudad argentina de Rosario para visitar a su amigo Leo Messi, quien descansa en su casa de un barrio privado a las afueras de la localidad, después de consagrarse campeón del mundo con Argentina el 18 de diciembre.
Según se pudo comprobar, poco antes de las 13:00 horas locales (10:00 Guatemala), el avión que trasladaba al futbolista aterrizó en el Aeropuerto Internacional Rosario Islas Malvinas, en un vuelo privado procedente de Montevideo.
Suárez, junto a su esposa, Sofía Balbi, y sus tres hijos llegaron a la ciudad de la provincia de Santa Fe para reunirse con la familia de Messi, con la que les une una estrecha amistad.
“Primero que nada, un saludo grande para todos los rosarinos y felicitarlos por ser campeones del mundo y que estén disfrutando de este hermoso momento, un abrazo grande a todos”, dijo el uruguayo en un video difundido en la terminal aérea.
Pocas horas antes llegaron a la misma pista, en otro avión privado que partió de Barcelona, Jorge Messi, padre del astro; otros dos de sus hijos, Matías y Rodrigo; y su perro, Zeus, acompañados de gran cantidad de equipaje, informaron fuentes del aeródromo.
El aeropuerto está a solo 8 kilómetros de Kentucky Club de Campo, el exclusivo barrio cerrado en el que residen la Pulga; su mujer, Antonela Roccuzzo, y sus tres hijos cuando están en la ciudad.
Ya el domingo pasado, en su cuenta de Instagram, el delantero uruguayo escribió un “Felicitaciones, Gordo” junto a una captura de pantalla de una videollamada con el capitán de la albiceleste, en la que se veía al rosarino con la copa en sus manos.
“Felicitaciones, amigo! Sos campeón del mundo. Que digan lo que quieran, sos y serás el mejor”, añadió Suárez en su cuenta de Twitter.
El uruguayo y el argentino, que vienen de disputar el último Mundial de sus carreras deportivas, forjaron una gran amistad cuando coincidieron en el Barcelona entre 2014 y 2020.
El, para muchos, mejor futbolista de la historia llegó el martes pasado por la tarde a Rosario, en un avión privado desde Buenos Aires, acompañado por el rosarino Ángel di María y el cordobés Paulo Dybala, también integrantes de la Scaloneta.
Desde el aeropuerto, Messi se desplazó a su barrio en helicóptero. Desde entonces aún no se le ha visto en público, pese a los grupos de seguidores que, a las puertas del barrio, hacen espera con la confianza de que salga a saludar.
Por el momento, se desconoce si Rosario hará un acto de bienvenida y homenaje a la Pulga y los otros jugadores rosarinos de la albiceleste, como se hizo a todo el plantel en el caótico baño de masas en Buenos Aires, el pasado martes, o en los pueblos y ciudades natales de otros futbolistas y del seleccionador Lionel Scaloni.