Fotos: EFE
Argentina y Francia, que se presentaron en el Mundial de Catar 2022 en el grupo de grandes favoritos, han confirmado su condición, pero les queda un penúltimo paso para cumplir sus anhelos y expectativas, las semifinales, en las que tendrán que sofocar la rebelión protagonizada por Croacia y, principalmente, por Marruecos. Entre mañana y el miércoles, en los estadios de Lusail y Al Bayt, los 2 de mayor aforo de esta primera Copa del Mundo en un país árabe, se conocerán los nombres de los 2 equipos que el domingo, de nuevo en Lusail, se disputarán la corona universal.
Penúltimo obstáculo de Messi
Argentina y Croacia serán los encargados de abrir el fuego en un duelo de dimensiones hasta románticas. Leo Messi contra Luka Modric. Dos Balones de Oro frente a frente. Representantes, otrora el argentino, de la gran rivalidad Barcelona-Real Madrid. Dos de los mejores jugadores de los últimos tiempos e incluso de la historia. Han sido protagonistas de algunas de las páginas más brillantes. Casi una treintena de enfrentamientos a todos los niveles. Se reencuentran con un sueño como coronación a dos carreras estelares.
Ambos lucen el 10, el destinado a los grandes cracs. Son los líderes indiscutibles de sus respectivos equipos y de su actuación dependerá buena parte del encuentro de Lusail, aunque en el caso de Messi es, si cabe, más decisivo por el desenvolvimiento más coral del conjunto ajedrezado.
El miércoles será el turno para Francia, la defensora del título, la todopoderosa campeona, y para la gran revelación del torneo y esperanza del futbol africano y árabe, Marruecos. Cierto es que los bleus han sacado músculo futbolístico cuando les ha hecho falta, han tenido efectividad y han sido de los más solventes al ritmo del espectacular futbol de Kylian Mbappe, de los goles de Olivier Giroud, de los pases del arquitecto Antoine Griezmann, de la solidez de Aurelien Tchouameni y Adrien Rabiot o los destellos de Ousmane Dembele.
Será una especie de derbi por la gran cantidad de migrantes que viven en el país europeo. Además, muchos de los jugadores de los Leones del Atlas, incluido el técnico, Walid Regragui, han nacido en Francia. Con los sevillistas Yassine Bono y Youssef En-Nesyri decisivos, una defensa a prueba de cualquier cosa, un medio campo más que sólido, un Azzedine Ounahi incansable para el despliegue.
Atrás han quedado 60 partidos y 28 equipos. Cuatro sobreviven en un Mundial histórico, disputado por primera vez en Oriente Medio y entre noviembre y diciembre. Uno será el que festeje.