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A l menos 154 personas han muerto en Irán, a manos de las fuerzas de seguridad, en las protestas iniciadas hace dos semanas, informó ayer la oenegé Iran Human Rights, con sede en Oslo.
Según información de la referida entidad, los decesos se han registrado en 17 provincias, la mayoría en las de Sistán y Baluchistán, Mazandaran, Guilán y Azerbaiyán oeste.
Los disturbios se desataron por la detención y posterior muerte de Mahsa Amini, de 22 años, en una comisaría, supuestamente por llevar mal puesto el pañuelo sobre la cabeza, obligatorio en los espacios públicos de Irán para mujeres que hayan pasado la pubertad.
“El asesinato de manifestantes en Irán, especialmente en Zahedán, equivale a crímenes contra la humanidad. La comunidad internacional tiene el deber de investigarlos y prevenir que la República Islámica cometa más”, señaló en un comunicado el director de esta organización, Mahmood Amiry-Moghaddam.
“Sigo preocupado por la represión violenta contra los manifestantes.”
Joe Biden Presidente de Estados Unidos
Tras los sucesos, en varios países se han registrado protestas, como en España, donde mujeres iraníes se concentraron en Madrid, colocaron rosas sobre fotografías de víctimas de la represión del régimen iraní, y corearon consignas como “Mahsa somos todas”, “la policía de la moral, la vergüenza de Irán” y “abajo la teocracia, arriba la democracia”.
Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, amenazó con imponer “mayores costos” a los autores de la violencia contra “manifestantes pacíficos” en Irán, después de que Washington sancionó recientemente a la República Islámica.