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El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, trasladó ayer al ministro de Exteriores chino, Wang Yi, la petición para que China utilice su influencia sobre Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania.
Borrell también abordó temas de derechos humanos con Wang.
En un encuentro en los márgenes de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Borrell reiteró a Wang “las expectativas europeas de que China utilice su influencia sobre Rusia para poner fin a la guerra, que está provocando crisis en todo el mundo: escasez de alimentos y energía, e inestabilidad financiera”.
Borrell planteó, además, la precaria situación en torno a la planta de energía nuclear de Zaporiya, y enfatizó que un accidente nuclear podría ocurrir en cualquier momento, y que una manera de evitar una crisis nuclear debe ser discutida como una prioridad, según un comunicado de sus servicios de
prensa.
7 meses lleva la invasión a Ucrania.
Reunidos de urgencia en Nueva York, los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaron preparar nuevas sanciones contra Rusia, que se concretarán tan pronto como sea posible, según anunció el jefe de la diplomacia comunitaria.
Según adelantó Borrell, el nuevo paquete de sanciones es respuesta a las últimas decisiones de movilizar a 300 mil reservistas y amenazas rusas que afectarán otros sectores de la economía del país invasor, incluido el tecnológico.