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Todo parece indicar que podría llegar el momento en que quienes logran hackear nuestros sistemas informáticos, ordenadores y dispositivos no sean seres humanos sino máquinas.
¿Los robots serían los nuevos piratas informáticos que amenacen nuestros datos y privacidad?
El hecho de que los robots hackers se sumen al conjunto de piratas informáticos que ya existen, es un escenario que no descartan Jordi Serra y Josep Curto, profesores de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación, en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Barcelona, España.
De acuerdo con gurús de la seguridad digital como Bruce Schneier, quien en su informe The Coming AI Hackers afirma que en la interacción entre los sistemas humanos e informáticos hay riesgos inherentes cuando los ordenadores comienzan a hacer el papel de las personas. Hasta el punto de que puede llegar el momento en que quienes pirateen nuestros sistemas sean hackers no humanos.
En el apartado Robots Hacking Us (Robots hackeándonos) de ese informe (www.belfercenter.org), Schneier afirma que los robots antropomórficos son una tecnología emocionalmente persuasiva y que la Inteligencia Artificial (IA) amplificará su atractivo.
“A medida que la IA imite a los humanos, o incluso a los animales, secuestrará todos los mecanismos que los humanos usan para piratearse unos a otros”, advierte.
“Cuando los robots hacen contacto visual, reconocen rostros, reflejan gestos humanos, presionan nuestros botones darwinianos, exhibiendo el tipo de comportamiento que asociamos con la sensibilidad, las intenciones y las emociones”, según Schneier.
“Debido a que los humanos somos propensos a cometer el error de tratar a los robots como criaturas vivientes con sentimientos e intenciones, somos propensos a ser manipulados por ellos. Los robots podrían persuadirnos o asustarnos para hacer cosas que, de otro modo, no haríamos”, apunta.
“La IA de los robots eventualmente superará a las personas, en capacidades que les permitirá manipularnos con mayor precisión”, según este experto en ciberseguridad del Centro Belfer de la Facultad Kennedy de la Universidad de Harvard, en EE. UU.
“A medida que las IA y los robots autónomos asuman más tareas del mundo real, la confianza humana en los sistemas autónomos se verá hackeada con resultados peligrosos y costosos”, señala.