El viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, destacó ayer que los intentos del G7 de limitar el precio del crudo ruso llevarán a un incremento del coste del petróleo y a desequilibrios en el mercado.
“En mi opinión, este otro intento solo puede conducir al desequilibrio y déficit del mercado, y de los recursos energéticos (…)”, señaló Novak en una entrevista al canal de televisión Rossiya-24. Ello a su vez, aseguró, “conducirá a un aumento de los precios y, en consecuencia, de los costes que deben pagar los consumidores europeos, principalmente de los países del G7, por la energía”.
“Esta es una medida que perjudica a ellos mismos, como ha sucedido más veces.” Alexander Novak Viceprimer ministro de Rusia
El pronunciamiento de Novak deviene de la declaración del G7, que concluyó el martes pasado en Elmau (Alemania), que estableció la posibilidad de prohibir el transporte del petróleo ruso a menos que su venta respete un precio máximo, acordado con los socios internacionales.
“Sobre el petróleo, consideramos diversas opciones, incluida la posibilidad de una prohibición total de servicios que permitan el transporte de petróleo y derivados del crudo ruso a nivel mundial”, reza el comunicado de los líderes de Alemania, Estados Unidos, Canadá, Italia, Francia, Japón y el Reino Unido.
Esa prohibición no se daría, según el comunicado, en caso de que “el petróleo se compre a un precio acordado con los socios internacionales o por debajo de este”.
Novak recalcó que Rusia ha redirigido una gran parte de sus exportaciones de crudo y productos de petróleo a países de la región de Asia-Pacífico y tiene la capacidad de atender la creciente demanda, y agregó que el mercado asiático siempre ha sido uno de los principales para este país.
