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Las principales zonas arqueológicas de México recibieron ayer a miles de personas decididas a recargar energía y darle la bienvenida a la primavera, representada en el fenómeno de luces y sombras del dios Kukulkán, en El Castillo de Chichén Itzá, en el sureste del país norteamericano.
Al menos 14 mil visitantes acudieron a Chichén Itzá, en tanto que otros 20 mil visitaron las pirámides de Teotihuacán, en el central estado de México, y cientos más acudieron a Xochicalco, en el central estado de Morelos.
20 mil personas visitaron las pirámides.
En Chichén Itzá, Yucatán, los visitantes se congregaron para observar el fenómeno astronómico que causa la ilusión del descenso y ascenso de Kukulkán “serpiente emplumada” en lengua maya. Las escalinatas de la pirámide El Castillo, coronadas con una cabeza pétrea de serpiente, reciben la luz solar de una manera que da la impresión de movimiento de la serpiente, ante el asombro de los turistas.
El fenómeno de Chichén Itzá sí pudo ser visto a pesar de que los pronósticos del clima anunciaban nubosidades, las cuales impidieron observar el amanecer. La orientación del llamado Templo de las Siete Muñecas de Dzibilchaltún hace que durante dos o tres días justo antes del equinoccio de primavera el sol pueda ser visto perfectamente a través del templo durante el amanecer.