La italiana Arianna Fontana, quien el viernes se convirtió en la patinadora de velocidad en pista corta más laureada de la historia olímpica, volvió a abrillantar ayer su legendaria carrera con la medalla de oro en los 500 m, su décimo podio.
Este oro se suma a la plata ganada también en Pekín, en el relevo mixto, y revalida la victoria que logró hace 4 años en Pyeong- chang. Lleva subiendo al podio de forma ininterrumpida desde los Juegos de Turín 2006.
Fontana, que se cayó en la primera vuelta, lo que obligó a reprogramar la salida, marcó en la final un tiempo de 42.488, por 42.559 de la neerlandesa Suzanne Schulting y 42.724 de la canadiense Kim Boutin.
Schulting hizo el mejor paso por las tres primeras vueltas, pero en la cuarta fue adelantada por la italiana, quien ya no perdió la cabeza.
En la otra final disputada ayer en la pista corta, la masculina de 1000 m, se impuso en la meta el húngaro Shaolin Sandor Liu, pero una tarjeta amarilla por obstaculizar a sus rivales lo dejó fuera del podio.
El oro fue para el chino Ren Ziwei (1:26.78), la plata para su compatriota Li Wenlong (1:29.93) y el bronce para un hermano de Shaolin Sandor, Shaohang Liu (1:35.71).