El Real Madrid se llevó el primer clásico post Messi (1-2) con un gol de Alaba en la primera mitad que el Barcelona, tan voluntarioso como inofensivo, fue incapaz de remontar. Lucas Vázquez y Agüero anotaron en el añadido, en un partido igualado y con pocas ocasiones de gol.
Salió el Barsa a buscar arriba al Madrid desde el inicio, con muchas ganas de agradar a un Camp Nou prácticamente lleno, que ayer recuperaba todo su esplendor por primera vez desde la pandemia.
Así, los 20 primeros minutos fueron de claro dominio local, hasta que el conjunto blanco empezó a desperezarse y Vinicius a activarse por la banda izquierda para empezar a sembrar la duda en la defensa azulgrana.
En su primera aparición en el área, el brasileño reclamó penal por un empujón de Miguenza que el árbitro no concedió. Y poco después, el Barcelona tendría la primera ocasión del partido en una jugada por la izquierda de Memphis que acabó con el balón en las botas de Dest, quien envió la pelota a las nubes.
Mientras que el Real Madrid, en su primera llegada clara, pasada la media hora, solo necesitó enlazar cuatro pases en una contra para que Alaba fusilara de tiro cruzado con la zurda a Ter Stegen para poner el 0-1.
Piqué pudo empatar poco después, pero cabeceó demasiado cruzado un córner botado por Memphis, y Alaba tapó un disparo de Ansu Fati, a asistencia de Jordi Alba, poco antes del final de la primera mitad. Con todo, salió el Barsa de nuevo con más ambición que el Real Madrid al inicio de la reanudación pero, como muchos partidos esta temporada, fue otra vez un quiero y no puedo.
Ya con el tiempo cumplido buscaba el Barsa el empate a la desesperada pero Piqué no acertaba a rematar un centro de Memphis y, mientras reclamaba penal, el Madrid armaba su enésimo
contragolpe.
Esta vez era Asensio, que acaba de entrar de refresco, el que se plantaba solo frente a Ter Stegen. Y este desviaba su disparo a las botas de Lucas Vázquez, que no perdonaba el segundo.
En la jugada siguiente, el Kun anotaba el tanto local en una acción de puro 9, pero ya era demasiado tarde para el equipo de Koeman. El Madrid volvía asaltar el Camp Nou en otro clásico emocionante, pero que ha bajado un par de peldaños en cuanto a espectáculo y en cuanto a talento.