Como cada inicio de mes, se realizó en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) la juramentación de nuevos abogados. Este momento es uno de los más anhelados para los profesionales del derecho, especialmente para los jóvenes, ya que es el punto de partida para el inicio de muchos proyectos. Sin embargo, también es un momento muy esperado para quienes por alguna razón iniciaron sus estudios siendo adultos mayores.
Este es el caso de Ingrid Iliana Robles Barrios, quien a sus 64 años fue juramentada recientemente como abogada y notaria junto a otras 207 personas. Su caso es muy particular, ya que ingresó a trabajar al Organismo Judicial (OJ) en 1993 y desde entonces siempre soñó con ser una profesional. No obstante, el ser madre soltera de dos hijos le dificultó alcanzar esa meta en aquella época. Pese a todas las vicisitudes, logró sacarlos adelante y hoy en día ambos son abogados. La promesa de un ascenso a Secretaria del Juzgado de Paz del municipio de La Esperanza, Quetzaltenango, el constante ánimo de sus hijos y el apoyo de sus superiores lograron que Ingrid se inscribiera en la universidad y concluyera su carrera con éxito.
Ella relata que uno de los momentos más felices de su vida profesional fue cuando el Pleno de Magistrados de la CSJ le tomó el juramento para convertirse en lo que siempre deseó. En total, 208 abogados fueron juramentados ese día. Los nuevos profesionales levantaron la mano derecha a la altura del hombro y sellaron su compromiso de actuar apegados a la ley y con ética en todo momento. El logro de Ingrid es un orgullo para la familia del OJ, porque demuestra que, con dedicación y compromiso, nunca es tarde para alcanzar nuestros objetivos.
• Con información del OJ.