Un terremoto de 5.9 grados de magnitud golpeó la madrugada de ayer una zona montañosa y empobrecida del suroeste de Pakistán, y dejó la cauda de 23 muertos y más de 300 heridos, después de que el sismo les sorprendiera durmiendo en sus precarias casas de barro, las cuales no soportaron el sismo.
“Tenemos una casa de barro que quedó dañada por el terremoto. Estaba oscuro. Dormíamos, sin saber que tendríamos que despertarnos así”, explicó Ghulam Qadir, quien vive con otros siete familiares, entres ellos su hija de tres años.
23
muertos reportan las autoridades.
El Centro Geológico de Estados Unidos (USGS) detalló que el terremoto ocurrió a las 3:30 (22:30 GMT del miércoles), cerca de la ciudad de Harnai, y luego se registró una réplica de 4.6
grados.
La Autoridad Nacional de Gestión de Desastres ha enviado personal a la zona afectada, además de equipos médicos y víveres, mientras recopilan información sobre la magnitud de los daños.