Representantes diplomáticos de 11 países latinoamericanos protestaron ayer en Berlín por la subasta prevista en Múnich, Alemania, de más de 320 objetos de arte precolombino porque “lesiona gravemente” los derechos fundamentales de sus respectivos pueblos.
Las piezas, algunas de ellas con más de 2000 años de antigüedad, están a la venta en la casa de subastas Gerhard Hirsch y proceden, según los diplomáticos, de 7 países latinoamericanos, los cuales intentaron que la venta no se celebre.
Los representantes de México, Chile, Venezuela, Cuba, Panamá, Costa Rica, Guatemala, Perú, Colombia, Ecuador y El Salvador hicieron un llamado ante la prensa a la casa de subastas, en Berlín, para pedir la suspensión de la venta, y a las autoridades alemanas para que intervengan en el asunto.
320
piezas antiguas se comercializarán.
“Desafortunadamente, observamos que no se ha progresado lo suficiente” para detener la venta de los objetos, declaró la embajadora salvadoreña Florencia Vilanova, en representación de los países de Latinoamérica y el Caribe (Grulac).
Por su parte, la casa de subastas se limitó a subrayar, en una nota, que “todos” los artículos a la venta tienen un certificado de origen que “muestra que los objetos se encuentran de forma legal en Alemania”.
Los diplomáticos admitieron que, desde el punto de vista legal, no ayuda a la paralización de este tipo de eventos comerciales el hecho de que Alemania ratificara en 2007 la Convención de la Unesco para prohibir la importación, exportación y transferencia ilícita de bienes culturales, un texto que se firmó en 1970, e indicaron que el lunes pasado enviaron una nota oficial al Ministerio alemán de Exteriores para paralizar el evento.
Berlín, EFE