Como si fuera magia, la música de Le Piano du Lac brota de un piano de cola que flota sobre el agua, acompañado por trompetas, trombones, baterías, bailarinas y hasta un buzo encargado de mover los elementos por el agua. Eso, mientras los espectadores disfrutan desde la orilla en sillas de campamento o picnics improvisados.
Fusión artística
“Fusionamos la música del piano y de diferentes instrumentos, el teatro, la danza, la voz, la canción y el juego con el agua. De repente, el buzo mueve el piano y, a la vez, es un trompetista o, súbitamente, aparece una bailarina en la orilla o la pianista se tira al agua”, cuenta Mónica Cofiño, coordinadora de las giras del grupo en España.
En ese orden de ideas, los escenarios para este espectáculo están muy lejos de ser tradicionales. La idea es dejar atrás los teatros y palacios, para llevar su propuesta a embalses, lagos y todo cuerpo de agua que se cruce en su camino. Son anfiteatros naturales adornados únicamente por el verde de las montañas, los valles, los pantanos o los puertos franceses y españoles.
Los engendros
Hablar de “un espectáculo sobre el agua” quizá no es la mejor manera de hacerle justicia a la principal característica de Le Piano du Lac. El más antiguo “engendro flotante”, como los llama Cofiño, es el Piano de las bolas, una nave compuesta por un cuarto de piano de cola que se mantiene a flote gracias a 16 vasijas de cristal.
Aún así, este piano es en realidad uno de los tantos instrumentos y plataformas con los que el grupo lleva la cultura a los escenarios acuáticos más recónditos de Europa.
“Está el piano de las bolas flotantes; el Yoopi Jazz Boat, una especie de bicicleta-barco-orquesta; y otro piano muy grande que se sumerge casi al borde del agua”, asegura Cofiño.
A esta flota musical se suma el más reciente invento de La Voliere Aux, creador de estos particulares instrumentos: el Piano de los mares. Es un “engendro flotante” con el que la compañía espera conquistar los océanos y llevar su música puerto tras puerto.
Escenarios
Escoger un escenario para el espectáculo no es un trabajo para nada sencillo. Las inclemencias del clima, la gestión de permisos, el transporte de los artistas y el equipo de producción y las dificultades acústicas que supone trabajar al aire libre son algunos de los obstáculos a los que se enfrentan los organizadores.
Según Cofiño, lo que hace a un escenario propicio para un show es “principalmente” su belleza, que sea viable técnicamente poner el piano en el agua, que tenga una orilla y que, geográficamente, sea una ubicación accesible. Aunque también son aventureros y, en muchas ocasiones, lo espacios se programan sobre la marcha.
A pesar de la pandemia, 2020 fue un año de éxito para Le Piano du Lac. De forma simultánea, el grupo logró culminar cuatro giras, tres de ellas en Francia y una en España, aunque con varias adaptaciones que respondieron a los requisitos sanitarios. En total, realizaron 161 representaciones en 60 lagos de Francia y España, y contaron con la presencia de no menos de 48 mil espectadores.
Por: Christian Sandoval / EFE