Eslovaquia sorprende en el Grupo E de la Euro.
España se ha habituado demasiado al empate, 5 en sus últimos 8 partidos; el mismo resultado con el que se estrenó en la Eurocopa 2020 contra Suecia (0-0), entre la reincidencia de Álvaro Morata en una ocasión tremenda y del equipo en general, imponente el primer tiempo y mucho menos el segundo.
La Selección española no es favorita. Ni siquiera en Sevilla. Le queda mucho por atravesar para ganarse una condición que se merece con victorias, con goles, con argumentos mucho más rotundos, solventes y apreciables de los que propone hoy por hoy España, que juega bien a ratos, que no lo hacen bien en otros, que se estrella en su propia ineficacia ofensiva y que se percibe vulnerable atrás.
Si alguna selección se hizo acreedora al triunfo fue España, sin duda, ante Suecia, pero tanto pudo ganar como pudo perder. Si entre Marcos Llorente y el poste no hubieran repelido una oportunidad de Isak. O si Berg, solo para el remate, a un metro, no la hubiera errado cuando el encuentro ya se movía en una incertidumbre estresante.
Eslovaquia sorprende
Con un tanto en propia meta del portero Wojciech Szczesny y otro de Milan Skriniar, Eslovaquia sorprendió a Polonia y ganó 1-2 en el estreno de ambas selecciones en la Eurocopa. Los dos rivales de España en el grupo E iniciaron la competición con un choque marcado por la expulsión de Grzegorz Krychowiak, a falta de media hora, que dejó a Polonia con un hombre menos con el 1-1 en el marcador.
Eslovaquia marcó en la primera parte, luego de una jugada de Robert Mak por la banda izquierda que culminó en un disparo que golpeó el poste y entró en la portería de Polonia al rebotar en la espalda de Szcesny. A los 47 segundos del segundo tiempo, empató Karol Linetty para Polonia. Pero, al final, a la salida de un córner, Skriniar remató a su rival con el tanto de la victoria, a los 69 minutos.
Sevilla, EFE.