La pandemia del Covid-19 paralizó las actividades productivas en todo el mundo. Los gobiernos debieron tomar acciones difíciles pero necesarias para contenerla, lo que contribuyó a que las repercusiones no fueran tan severas en la economía.
En el caso de Guatemala, a pesar de haber sentido el impacto de la crisis sanitaria en todos los sectores, las medidas impulsadas por el presidente Alejandro Giammattei fueron oportunas para amortiguar el impacto.
Los diez programas de apoyo para el sector laboral, empleador y las familias más vulnerables a los efectos de la pandemia coadyuvaron en gran medida para que la nación continuara su dinámica.
Entre las áreas productivas que se antepusieron a los efectos de la pandemia están las exportaciones, que fueron positivas en el primer trimestre del año pasado y el presente.
Según el Banco de Guatemala (Banguat), los ingresos por las ventas al extranjero, de enero a marzo de 2021, se incrementaron 12.9%. En ese lapso, el país recibió US $3 mil 438.3 millones, lo que le representó US $392.9 millones más que el primer trimestre de 2020.
A pesar de la crisis, en 2020 nuestro país cerró sus exportaciones con US $11 mil 546 millones, cantidad superior a los US $11.169 millones de 2019. Se estima que este año será arriba de los US $12 mil millones.
Los datos anteriores ratifican que el país ha mantenido un dinamismo positivo, lo cual sería mucho mejor de no haberse registrado la emergencia sanitaria. Además, las medidas impulsadas por el Gobierno contribuyeron a que no se paralizara por completo el comercio.
Poco a poco, la crisis irá cediendo y Guatemala volverá a la normalidad, pero ello requiere que todos los sectores cooperen con las autoridades a seguir conteniendo la enfermedad.
Queda demostrado, entonces, que podemos continuar activos en medio de las crisis como la actual, siempre y cuando actuemos con responsabilidad, cumpliendo las disposiciones presidenciales, para que la enfermedad no socave las actividades socioeconómicas