La Catedral expuso ayer, Día de la Santa Cruz, la reliquia de ese madero: dos astillas de la cruz en la que murió Cristo, según la tradición, para pedir el fin de la pandemia. Los restos sagrados llegaron en 1556, son conservados en un museo, y llevaban años sin exponerse, pero ante el avance del coronavirus, la Iglesia local decidió su
veneración.
Asunción, EFE