El Atlético de Madrid conserva el liderato.
Con solo 4 toques, en el minuto 39, Ángel Correa se giró, desbordó a 2 defensores, marcó el 1-0, derrotó al Huesca y construyó otro triunfo crucial del Atlético de Madrid, sentenciado por Yannick Carrasco en el tramo final (2-0), para responder a la presión del Real Madrid y del Sevilla y sostener su ventaja de 3 puntos al frente del esprint por la Liga. Futbolista imprevisible, criticado tantas veces como definitivo, otras, señalado hace 2 jornadas por los 2 goles que falló contra el Betis, cuando su técnico, Diego Simeone, hablaba de la “bronca” que le producía que tanto trabajo no tuviera la recompensa de los goles, Correa tiene una determinación y un atrevimiento que lo hacen especial.
Su maniobra al borde del área con la derecha, cuando Llorente lo halló de espaldas a la portería, desprendió clase y valentía; su quiebre en dos toques, uno con cada pie, a la entrada por el suelo de Insua, demostró confianza, templanza y calidad; su remate fue más trompicado, entre el rebote en Pulido y el gol de la ventaja.
Desde hace 13 jornadas -en tiempo dos meses y medio-, había sido incapaz de volver a ganar dos partidos seguidos en el campeonato -hasta ayer- y ha esquivado, por el momento, el tropezón que lo haría caer de la cima. No es el Atlético incontestable de hace meses, pero sigue siendo el primero de todos en esta Liga. Aún le quedan 6 jornadas más de resistencia, las 3 siguientes fuera, contra Athletic Club, Elche y Barcelona.
Madrid, EFE.
