El Organismo Ejecutivo revela en las páginas de la publicación de hoy de este diario que prepara otra gran cruzada nacional, con la que busca asistir a familias que fueron afectadas por las sequías y las tormentas tropicales Eta e Iota.
La nueva estrategia, que busca llevar alimentos a familias de 165 municipios, además de implicar la identificación del Gobierno con los sectores vulnerables, comprueba los esfuerzos plurinstitucionales programados para atender problemas que, por infortunio, ocurren con suma frecuencia en el país, para los cuales hasta ahora no existía una estrategia de esa dimensión.
Las cifras que sustentan esta cruzada de solidaridad y empatía son impresionantes: Eta e Iota provocaron daños agrícolas que afectaron a 204 mil 500 familias de Alta Verapaz, Chiquimula, El Progreso, Huehuetenango, Izabal, Jutiapa, Quiché, Santa Rosa y Zacapa, aunque lo más dramático es que el 39% de los cultivos era para infrasubsistencia, y el 51% para subsistencia.
“Son los que más nos preocupan, porque no tienen recursos para solventar su situación”, explica Juan Mendoza, coordinador de Monitoreo y Evaluación de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), el ente que junto a los ministerios de Agricultura, de Desarrollo Social, de Salud y de Educación lideran este esfuerzo por la vida.
La experiencia advierte que los meses críticos para dichas familias, cuando se espera que el alimento escasee, son abril, agosto y noviembre, razón por la cual el Gobierno espera llegar el próximo mes a los hogares, con el fin de garantizar la entrega oportuna de la asistencia.
Los problemas que enfrenta el país han adquirido dimensiones trágicas por circunstancias que, en este momento, no valen mencionar. La insuficiente preocupación y acción para atender la desnutrición infantil o la falta de incentivos para mantener a los niños en las aulas, reflejan las injusticias que se han cometido contra una sociedad valiente y trabajadora, que poco a poco recobra la fe y la esperanza, gracias a las estrategias de asistencia social impulsadas por el presidente Alejandro Giammattei y el Gabinete de Gobierno.
Es cierto, el camino para el desarrollo social y económico inclusivo y democrático sigue siendo una aspiración, pero ahora se ha convertido en un deseo inquebrantable que, como ya se ha dicho, se sustenta en estrategias y en un liderazgo que inspiran y mueven.