En el último minuto, equipo italiano evita la derrota.
Un gol de cabeza del central danés Simon Kjaer en el tiempo de prolongación permitió al Milan sumar un valioso empate (1-1) en el campo del Manchester United, en un encuentro de ida de los octavos de final de la Liga Europa en el que el conjunto italiano vio premiada su mayor ambición.
Ni las importantes bajas con las que afrontó la cita el conjunto italiano, que no pudo contar con piezas básicas como el sueco Zlatan Ibrahimovic, el francés Theo Hernández o los croatas Ante Rebic y Mario Mandzukic, impidieron al Milan ser el primero en llevar peligro al área rival.
Aunque curiosamente quien más cerca estuvo de lograrlo fue el Manchester, que vio cómo a los 38 minutos el central Harry Maguire estrelló el balón en el poste, en un saque de esquina prolongado de cabeza por el portugués Bruno Fernandes. Pero ni aun así se amilanó el cuadro italiano, que acabó la primera parte en el área del conjunto inglés, toda una declaración de intenciones.
Así también lo fue el cambio efectuado en el descanso por el técnico del Manchester United, el noruego Ole Gunnar Solskjaer, que no dudó en introducir en el partido al jovencísimo extremo Amad Diallo en sustitución de un gris Anthony Martial. Un cambio que tuvo un efecto inmediato, ya que apenas en el segundo balón que tocó Diallo, el joven futbolista marfileño, de tan solo 18 años, firmó a los 50 minutos el 1-0 para los diablos rojos.
Sin embargo, la ambición del conjunto italiano careció de la claridad de ideas necesarias para convertir en obvias ocasiones de gol las continuas llegadas que protagonizó en la segunda parte.
Pero cuando todo parecía perdido para el Milan, los de Pioli encontraron en el descuento el justo premio a su mayor ambición con el tanto del danés Simon Kjaer, que firmó a los 92 minutos el definitivo 1-1 al rematar de cabeza a las redes un saque de esquina.